Vitoriano, que cumplió su sueño de jugar en el
equipo de su ciudad y en primera división. No sin antes hacer muchos esfuerzos,
sacrificios, entrenamientos y kilómetros de peregrinaje por varios equipos de
fútbol, desde muy pequeño.
Empezó en el colegio San Viator de chaval. Pasó
a la Real Sociedad como promesa y transitó por otros muchos equipos, con
diferente suerte. El Girona por ejemplo, que le rechazó antes incluso de darle
oportunidad de demostrar sus ganas. El Real Unión, con el que lograba ascender
a segunda división, aunque ese mismo año el Eibar reclamó sus servicios en
segunda B y le privó de cumplir una de sus metas, jugar en segunda división.